Desde siempre me ha fascinado la transformación que se puede conseguir con un buen corte y un cambio de color. Como una persona puede cambiar tanto su imagen en una sola sesión y gracias a ello, aportar a su vez, confianza y seguridad. De ahí viene mi elección para el nombre del salón.
Desde que comencé mis estudios descubrí mi interés por la tricología y los tratamientos capilares. Un cabello saludable y brillante es la mejor carta de presentación de una persona.
Nuestra filosofía es la formación continua y la pasión por nuestro trabajo, siempre de la mano de productos de máxima calidad.
A los 18 años, después de mis estudios en peluquería, me formé en la academia Llongueras(Barcelona) donde aprendí a dar forma y esculpir los cortes de tal manera que tan solo con tus manos puedas peinarte.
Desde entonces no paré de trabajar en distintos salones, ganando experiencia y conocimientos en cada uno de ellos. Hasta que cree mi propio salón en 1990.